Viernes Santo en Caracas

Aquella ciudad con su velo de duelo, la quise tanto, no pude regresar.
Flotaba sobre los parques la niebla del llanto.
No se barría, no se hacía ruido.
Mi madre cuidadosa nos vestía de negro.
El reloj se movía hacia las tres de la tarde.
Todo el día esperando las tres de la tarde.
Los vientres de los templos pululaban de fieles.
Ante los altares me consumía el fuego.
Por todas partes la desencajada cara del dios me seguía.
Los hilos de su sangre, las llagas de su cuerpo, las marcas en su espalda.
Su mirada dulce, su mueca de cansancio.
Sus manos abiertas, crispadas, violadas.
El arco parabólico de su caja toráxica.
La boca sin lengua de su costado.
Por todas partes el grito de la madre me seguía.
Sus ropas tiesas, su corazón al aire, sus lágrimas inmóviles.
Sus manos crispadas, su mirada vidriosa, su rostro congelado.
Los siete puñales de mangos enjoyados.
El templo a obscuras, los santos a obscuras, el claroscuro a obscuras.
Una a una caían las palabras.
Una a una se arrastraban desde el púlpito alado.
Una a una resbalaban, rebotaban, serpenteaban.
Las veía venir con los dientes al aire.
Las veía venir con el pelo silbante.
Tengo hambre. Tengo sed. Tengo sueño. No entiendo.
Todo se ha consumado. He sido traicionado.
Lo que está por venir queda en manos de otros.
Estallaba el trueno y brillaba el relámpago.
Por las calles parroquiales de la niñez ondulaba el cortejo,
Lo seguía llorando, de la mano de otros, que murmuraban quedo.
Cadenas de salmodias, hechizos protectores.
Largas filas de niños, de mujeres, de hombres.
Todos hacia el encuentro de la viva y el muerto.
Para que se cumpliera el rito milenario.
Para que terminara el día interminable.
Y después, a la casa, con los ojos hinchados.
Al chocolate espeso y el panecillo tibio y el regazo seguro.
A la voz de mi madre.
Tranquila aseguraba que el cuento no acababa.

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Acerca del autor

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Biobibliografía

(Santurce, Puerto Rico, 1944) Profesor emérito, Eugenio María de Hostos Community College, City University of New York. Miembro de la junta ejecutiva de Latino Artists Round Table, NY. Primer premio de poesía y cuento de Casa tomada, NY, 2006. Entre sus once poemarios se cuentan Pato salvaje (1991), Entre la inocencia y la manzana (1996), De antiguo amor (2004), y Pan errante (2005) Antologado en varios volúmenes, entre ellos: Papiros de Babel: Poesía Puertorriqueña en Nueva York (1991); Noche Buena: Hispanic American Christmas Stories (Oxford, 2000), y Literatura Puertorriqueña del Siglo XX: Antologia (UPR 2004). Ha publicado en Revista de Venezuela, Revista Actual, Taller al aire libre, La nuez, Correo latino, Casa tomada, Sinalefa y Exégesis, entre otras. También ha publicado en revistas cibernéticas como Isla negra, Palavreiros, Desde el límite, Enkidu, Misioletras, Bestiario, RedyAcción, Poesía breve y Letras salvajes.